viernes, 27 de marzo de 2009

Viaje a Bucarest

El miércoles 25 de marzo llegué a Bucarest para promocionar la edición rumana de mi libro "Zen en la plaza del mercado", que ha sido editado por Elena Francis Publishing.

Esa misma noche me entrevistaron en el canal de TV B1, en el programa en directo Nasul, líder de audiencia desde hace ocho años. A continiación el video de la entrevista en dos partes. No es muy buena porque el presentador no tenía ni idea del tema ni puso mucho de su parte. Además la traducción del francés al rumano lo complicó todo. Pero bueno, aquí está:

Primera parte:


Segunda parte:


La noche del jueves 26 fué la presentación oficial del libro en un centro Ayurveda de la capital. Hice varias entrevistas cortas para varios canales de TV y para diversas revistas semanales y mensuales. En la foto, con mi editora rumana Eleni Francis, antes de comenzar la presentación.























Elena Francis jugando con mi sombrero.













El público durante la presentación:

















La noche del viernes 27 di una conferencia pública en la sede el Citibank. En la foto con Mihai Pirusca, el traductor de mis obras al rumano, y Elena Francis, la editora.





















Y una instantánea de mi intervención:























El sábado 28 tuvimos una jornada de introducción a la práctica de la meditación zen. Tuvo lugar en una de las salas del Hotel Merriot (impresionante arquitectura de la era Ceaucescu). Aquí una foto del hotel y el grupo que partició en la jornada.































El domingo fue para descansar. Elena y Horia me llevaron al monasterio ortodoxo de Cernica, cerca de Bucarest. Fue muy interesante conocer de cerca el estilo arquitectónico de un monasterio ortodoxo tan antiguo y entrar en contacto con esta tradición espiritual.
En la siguiente foto con Horia:
















El monasterio ortodoxo de Cernica:
















Monjes ortodoxos conversando delante de sus celdas en el monasterio ortodoxo de Cernica:














Frescos del monasterio de Cernica:
















Y bueno, eso fue todo. El lunes 30 regresé a España.

martes, 24 de marzo de 2009

DOKUSHÔ VILLALBA, PRIMER MAESTRO ZEN ESPAÑOL.

Esta entrevista de Angeles Durán ha sido publicada esta semana en la Revista Mía.


Reconocido como maestro de Dharma por la Escuela Soto Zen japonesa en 1990, este monje budista de origen andaluz ha consagrado su vida a mostrar la Vía del Zen.

Dokushô Villalba es el primer maestro zen español. Todo un hecho histórico. Francisco nació en 1956, en Utrera (Sevilla), en el seno de una familia humilde, hijo de un padre jornalero que se empeñó en que sus hijos tuvieran estudios. “Recibí la educación católica de la época –recuerda- y aunque parezca un tópico, desde niño tenía una sensibilidad especial. No podía ver a la gente ni a los animales sufrir. Así que con apenas 14 años comencé a trabajar en organizaciones caritativas asistiendo a los más desfavorecidos. Pero, poco a poco me di cuenta de que la pobreza era también fruto de un sistema social injusto”. Por lo que decidió enrolarse en la lucha política opuesta a la dictadura, ligándose a movimientos de ideología próxima a la izquierda primero, y a la anarquista después. Su ideal de juventud era conseguir la justicia social. Su sueño, terminar Magisterio y vivir en un pueblo enseñando otros valores a los niños.

Sin embargo, el desencanto llegó. “Me di cuenta que era muy difícil cambiar un sistema educativo que más que ir encaminado a desarrollar el espíritu crítico y la creatividad, estaba encarrilado en la creación de un tipo de ciudadano que se insertara en el engranaje social establecido, al que además no se podía cuestionar. Por otra parte, la lucha política también me decepcionó. La clase obrera quería tener lo que poseía la burguesa. Y yo no iba por ahí, mi planteamiento era más humanista. Deseaba una transformación no un cambio de papeles.” Y el desencanto le sumió en una crisis existencial profunda.

Sin embargo, el encuentro fortuito con el zen supondría un giro radical en su vida. “Animado por los amigos asistí a una conferencia que un monje zen español daba en la Universidad de Sevilla”. Aquella charla le hizo decidirse a viajar a París en busca del Venerable Taisen Deshimaru, introductor del Zen en Europa y su primer maestro. A su fallecimiento, peregrinó a Japón para estudiar en los principales templos. Su segundo maestro, Shuyu Narita Roshi, confirmó su desarrollo espiritual al conferirle la transmisión del Dharma.

En 1990 la Escuela Soto Zen japonesa reconoce a Dokushô Villalba como maestro zen. “La tradición del zen es imposible de realizar sin la relación maestro-discípulo, pues se transmite de forma directa, de corazón a corazón”. Hoy, asegura, es más fácil acceder al maestro que cuando él tenía 19 años, pues el zen se ha ido haciendo cada vez más popular, hasta el punto en que en la actualidad en casi todas las ciudades de Europa, existe un centro de meditación. Pero la cara tiene su cruz. Y, advierte con cierta tristeza: “la palabra zen está siendo utilizada de forma banal por esta sociedad consumista que todo lo mercantiliza. Así, encontramos restaurantes zen, perfumes zen, interiorismo zen, incluso un ipod zen”.

Y para deshacer tal descalabro aclara: “El zen es un término japonés que designa a una de las principales escuelas del budismo, una tradición de despertar existencial y espiritual con más de 2.500 años de antigüedad que tiene sus raíces en la experiencia del Buda histórico, Sakiamuni. Para el zen, la causa principal de la angustia, la ansiedad y el malestar existencial es la ignorancia, entendida ésta como una ausencia de claridad mental que nos lleva a percibir de forma errónea la realidad”. Su práctica central es la meditación zazen. “Yo la defino en dos palabras: sentarse y sentirse. Sentarse en el sentido de parar y tomar conciencia de nuestra respiración. La contemplación es un arte tan sutil y refinado que supone una auténtica ingeniería mental y espiritual, que nos aporta paz y estabilidad interior. Es el arte de no hacer nada. Pero…¡es tan difícil no hacer nada!.”

“Zen en la plaza del mercado: Claves zen para comprender y sanar el malestar existencial en la era de la globalización” es su último libro. En él podemos sumergirnos en la esencia de esta tradición milenaria y comprender qué puede aportar su práctica al hombre del siglo XXI, un ser que desposeído de valores tales como la compasión, la empatía y la solidaridad vive sin referentes válidos en un mundo egoísta que sólo conoce una religión, a la que Dokushô denomina , ´La Religión del Mercado´, y que rinde pleitesía al dios dinero. Fundador del Templo Luz Serena situado en Requena (Valencia), el maestro vive entregado a enseñar la Vía del Zen desde hace más de 30 años. “Porque cuando uno recibe un tesoro tiene el deber de compartirlo”.

martes, 10 de marzo de 2009

Maestrul ZEN Dokusho Villalba Roshi in Romania

Maestrul Zen, Dokusho Villalba Roshi, vine in Romania

Del 25 al 30 de Marzo 2009

- Presentación de la edición rumana de "Zen en la plaza del mercado".
- Conferencias públicas.
- Jornada de introducción a la práctica de zazen.

Maestru ZEN, scriitor si filosof , Dokusho Villalba este fondatorul Comunitatii Budiste Soto Zen Spaniole, al Templului Budist Luz Serena, fiind unul dintre cei mai cunoscuti militanti pentru integrarea spiritualitatii orientale cu cea occcidentala.

Asociatia de Terapii Transpersonale in colaborare cu Editura Elena Francisc Publishing organizeaza vizita Maestrului Zen, Dokusho Villalba Roshi, in Romania.

Maestru ZEN, scriitor si filosof , Dokusho Villalba este fondatorul Comunitatii Budiste Soto Zen Spaniole, al Templului Budist Luz Serena, fiind unul dintre cei mai cunoscuti militanti pentru integrarea spiritualitatii orientale cu cea occcidentala.

La Templul Luz Serena (Valencia) conduce sesiuni de meditatie zen cu sute de participanti din toata lumea. In conferintele si workshop-urile sale de meditatie pe care le tine in intreaga Europa si in America de Sud, integreaza domenii precum psihoterapia si spiritualitatea, ecologia si traditiile samanice, meditatia Zen si artele vizuale. In cele trei zile in care maestrul va fi in Romania, va sustine o conferinta, un workshop de meditatie Zazen si va participa la lansarea cartii sale.

Joi, 26 martie este "Seara Maestrului ZEN". O intalnire informala cu mestrul Dokusho Villalba care va vorbi asistentei despre sansele de a invinge stresul, alienarea, starea de disconfort generata de societatea timpurilor moderne, cu ajutorul filosofiei Zen. In cadrul acestei intalniri va fi lansata cartea "ZEN- A FI in era globalizarii" , un bestseller international al carei autor este maestrul Dokusho Villalba, care va semna personal noua aparitie EFP.

Maestrul Dokusho Villalba Roshi sustine vineri o conferinta publica iar sambata conduce un workshop de meditatie.

"ZEN nu este o practica spirituala, ci mai mult decat atat, caci se situeaza dincolo de spiritual si de material. ZEN inseamna a-ti concentra toata fiinta in ceea ce faci, orice ai face. Inseamna A FI. Inseamna a manca stunci cand mananci, a merge atunci cand mergi. A FI aici si acum, in orice moment. Nu este un mijloc de a atinge un scop. Este doar ceea ce este deja, la intensitate maxima. ZEN nu serveste la nimic anume... Si totusi.."

Mai multe detalii puteti afla de pe site-ul Editurii Elena Francisc Publishing.





Más información en rumano: http://www.psychologies.ro/Stiri/Maestrul-ZEN-Dokusho-Villalba-Roshi-in-Romania.html?a=4503/717169

viernes, 6 de marzo de 2009

Enteógenos y Espiritualidad

Junto a sus evidentes potencialidades psicoterapéuticas las experiencias que procuran las sustancias visionarias tienen una relevancia que va bastante más allá de lo estrictamente psíquico. La relevancia ontológica de las nuevas pautas perceptivas que se sirven, la textura de lo real y su interdependencia respecto de la conciencia son todos ellos asuntos que están en el primer plano de este tipo de experiencias. Tales horizontes nos llevan directamente de la mano a las eternas cuestiones del espíritu, del pensamiento así como a las posibilidades de experiencia de la conciencia humana. Tanto será así que la integración de las intuiciones y estados que sirven estas sustancias vendrá necesariamente de la mano de un acercamiento a las diversas vías de las diversas tradiciones espirituales. Desde lo dicho se entenderá la importancia de esta entrevista y de que el Maestro Zen Dokushô Villalba se brinde a exponer sus criterios respecto este tipo de experiencias

Ed Ernst Jünger en "Pasados los setenta" reflexiona sobre la idoneidad de las sustancias visionarias o enteógenos a la hora de interpelar a los hombres acerca del sentido numinoso y espiritual de la existencia humana. Para Jünger el modo de vida contemporáneo, tan agitado, materialista y apartado de lo espiritual, convertiría a los enteógenos, desde la rotundidad de sus efectos, en el revulsivo capaz de catalizar aperturas en la dirección del espíritu. De ahí la actualidad que para Jünger tales experiencias terminarán por tener en el siglo XXI. ¿Qué opinas de esta reflexión?, ¿qué pueden aportar estas experiencias al hombre de hoy en día?, ¿cabe integrar la radicalidad de la experiencia que brindan estas sustancias en el desarrollo interior del hombre contemporáneo?

D.V El uso apropiado de los enteógenos puede ayudar al hombre de hoy a entrar en contacto con la esencia espiritual de la realidad pero creo que la población en general sigue sin estar preparada, psicológica y espiritualmente, para apreciar y usar el poder y los estados de conciencia generados por estos aliados ancestrales de la humanidad. La experiencia inducida por los enteógenos sólo adquiere sentido en ciertos contextos de significados, de experiencias, de formas de vida. Los valores que rigen la civilización occidental en estos momentos no sólo no favorecen el acceso y la integración de los estados expandidos de conciencia sino que los niega y los criminaliza. La prueba es que sustancias que ancestralmente han sido consideradas y usadas como puertas hacia lo numinoso y hacia la liberación, hoy en día, son usadas como soportes de conductas adictivas que conducen directamente al infierno y a la disgregación psicológica y espiritual. Ahora bien, en la medida en la que grupos reducidos de personas, preparadas psicológica y espiritualmente, dotadas de contextos apropiados de significados, usen e integren el poder transformador de los enteógenos, éstos podrán ir teniendo una influencia indirecta cada vez mayor en la sociedad, a través de estos pioneros de la exploración de la conciencia. Por ejemplo, en el Japón medieval, eran pocos los que practicaban meditación zen, sin embargo, el budismo zen llegó a impregnar gran parte de la sociedad y de la cultura japonesa tradicional. Unos cuantos granos de azúcar pueden endulzar un vaso de agua.

Ed Las intuiciones y los estados que tales experiencias brindan, por coherencia con lo vivido, llaman a su actualización en nuestra vida corriente. ¿En este sentido cual sería la relevancia de la psicoterapia y del enfoque psicológico a la hora de abordar la integración de los efectos de los enteógenos? ¿Consideras relevante lo que estas experiencias pueden aportar a la psicoterapia?

D.V No sólo considero relevante lo que éstas experiencias pueden aportar a la psicoterapia sino también lo que las psicoterapias pueden aportar a estas experiencias. El apoyo es biunívoco. Para poder adentrarse en los vastos territorios de la conciencia que abren los enteógenos, es imprescindible contar con una buena estructura emocional y psicológica. Lo que el chaman yaki Don Juan llamaba "disponer de un buen tonal ", de la misma forma que un avión que tiene que volar a diez mil metros de altitud necesita un fuselaje impecable y bien integrado. Allá arriba, la presión es muy fuerte. Si el fuselaje no estuviera perfectamente encajado, estallaría y se disgregaría por los aires. Y esto es lo que puede sucederle a alguien que se adentra en los estados expandidos de conciencia (EEC) sin una integración emocional y psicológica adecuada. Y esta integración es que la que aporta el trabajo psicoterapéutico.En el sentido contrario, los enteógenos pueden ser usados como excelentes herramientas para la exploración y la transformación de la personalidad, del carácter, de los viejos traumas enquistados en el inconsciente y, al mismo tiempo, abren el techo de la psicoterapia llevando al explorador más allá de sus estructura psicológica, en términos de Don Juan hacia el nagual, hacia la esencia espiritual que se haya, por naturaleza, libre de todo condicionamiento. Ciertos enteógenos ya se están usando con éxito en procesos de psicoterapias y creo que, en el futuro, cuando estas sustancias sean, al menos parcialmente despenalizadas, constituirán una herramienta fundamental en nuestra sanación emocional y psicológica individual y colectiva.

Ed Al hilo de lo dicho, ¿en que medida habría de considerarse para la integración de tales efectos un método que transcendiera el trabajo más estrictamente psicoterapéutico para adentrarse en enfoques más espirituales, iniciáticos o transpersonales? ¿En que medida el enfoque espiritual y el psicológico son complementarios?

D.V Como he dicho antes, considero que el equilibrio psicológico es imprescindible para adentrarse en el reino espiritual o invisible. Los EEC son estados de desidentificación, de liberación del anclaje psicológico. En este sentido provocan una conmoción considerable en la estructura de la personalidad e incluso una fuerte disgregación. Esta tremenda fuerza centrífuga y disolvente tiene que estar necesariamente contrarrestada por un principio de identidad claro y sólido, por un poder centrípeto que es el que coagula al individuo alrededor de una autoconciencia individual. Después del "vuelo", el psiconauta necesita aterrizar, es decir, encontrar una tierra sólida que le de soporte y le permita recuperar su "cordura". Esta tierra firme viene dada por una estructura psicológica sana e integrada.No obstante, los EEC trascienden con mucho el marco estrictamente psicoterapéutico y pueden constituir una auténtica iniciación espiritual, es decir, una puerta de entrada a la realidad invisible que está más allá de cualquier condicionamiento, incluido del parámetro del tiempo-espacio. Digamos que para experimentar sin riesgo de disgregación fatal el aspecto incondicionado de nuestro ser, necesitamos estar bien ajustados en nuestros aspectos condicionados.

En muchas culturas actuales, la ingesta de enteógenos sigue siendo la modalidad principal de iniciación espiritual. En nuestra propia cultura occidental, los misterios de Eleusis, a los que fueron iniciados figuras tan importantes en el desarrollo del pensamiento occidental como Platón, Aristóteles, Plotino, y otros muchos, fueron ritos de iniciación espiritual en los que la ingesta del cornezuelo del centeno constituían la experiencia central. Esto está muy lejos del abuso de las sustancias, por un lado, y de la criminalización indiscriminada, por otro, que se hace en nuestros días. Pero si, por ejemplo, nuestras sociedades actuales crearan el contexto de significados apropiados y rituales adecuados en los que nuestros jóvenes mayores de edad fueran iniciados por psicoterapeutas o psiconautas expertos, la adicción a las drogas dejaría de ser uno de los principales problemas de salud pública y el uso racional de los enteógenos se convertiría en fuente de salud psicológica y espiritual.

Ed. Huxley y Jünger mantuvieron cierta polémica sobre los modos de integración de los usos de estas sustancias. Huxley consideraba como deseable el uso a gran escala de estas sustancias sobre la base de un formado y sincero interés por lo espiritual. Jünger, en cambio, abogaba por un uso vehiculado a través de entornos específicos a la altura de ciertos saberes y estableciendo ciertas cautelas y restricciones. ¿Cual es tu opinión al respecto?

D.V Mi corazón, es decir, mi deseo, estaría más cerca de Huxley, pero mi sentido común y la constatación de la realidad actual me acercan más a la posición de Jünger. No creo en el uso a gran escala de los enteógenos porque, repito, ello requeriría un contexto de significados compartido por la mayoría de la población. Y esto está muy lejos de la situación actual. Creo más bien en un desarrollo progresivo, en pequeños grupos minoritarios de personas adecuadamente motivadas, que de una forma u otra elaboran contextos de significados apropiados, que reciben las formas de rituales tradicionales o crean sus propios rituales modernos, que se acercan con respeto, con prudencia a los EEC. Por lo general, aquellos que se acercan de esta forma a los enteógenos son personas cultas que quieren seguir creciendo espiritualmente y que suelen desempeñar roles claves en el tejido social: artistas, músicos, escritores, terapeutas, guionistas, productores de cine o de tv, responsables de la salud pública, etc. En la medida en la que esta vanguardia aprende a adentrarse con seguridad en los EEC y a integrarlos en sus vidas cotidiana comienzan a crear una nueva cultura, un nuevo contexto de significados que expresan y expanden a través de su oficio.

Lo que sí considero importante es la despenalización de estas sustancias y el reforzamiento de campañas de concienciación no puritanas ni represivas que eviten el abuso o el uso indiscriminado. Debemos tener muy claro que la penalización indiscriminada de los enteógenos no obedece a criterios de salud pública sino que constituye una auténtica caza de brujas a través de la cual el contexto de significados imperante trata de protegerse y de perpetuarse a sí mismo. El materialismo y el mercantilismo actuales no sobrevivirían ni una década si la población expandiera sus conciencias a través de un uso racional de los enteógenos.

Ed Ponderas tanto la valoración de las transmisiones tradicionales como la necesidad de lenguajes y marcos rituales acordes con nuestra cultura. Por lo que a este tema se refiere lo cierto es que encontramos una gran diversidad que esconde tanto iniciativas orientadas como pura confusión e incluso negocio. ¿Cabe trasladar sin más los lenguajes y rituales chamánicos a un medio cultural occidental? ¿Cómo y en qué medida podemos inspirarnos en toda la experiencia acumulada por las tradiciones chamánicas sin por ello caer en el circo del neochamanismo de la New-Age?

D.V La clave está en una adecuada actualización de la esencia y de la forma de las transmisiones tradicionales. Esta actualización requiere de al menos dos elementos básicos: en primer lugar que un occidental sea verdaderamente iniciado, a través de las formas tradicionales a la experiencia fundamental, y que, a partir de esta experiencia, este occidental sea capaz de desarrollar la creatividad necesaria para que esa experiencia sea presentada en un lenguaje y sea facilitada a través de formas rituales adaptadas o actualizadas a la época actual. Conozco bien la situación porque yo mismo me encuentro inmerso en ella. He recibido una formación budista zen tradicional, he practicado y aprendido en el marco monástico zen japonés que es casi medieval. Al retornar a España y tratar de transmitir lo aprendido me di cuenta enseguida que la forma tradicional japonesa no era operativa ni inteligible para mis coetáneos. Por ello, me veo inmerso en un proceso de reactualización de los contenidos y de las formas. A menudo comparto estas preocupaciones con amigos y colegas que se encuentran en la misma situación aunque en otros contextos. Gente que ha aprendido con chamanes sudamericanos, con lamas tibetanos, con maestros sufis y que se dan cuenta de que no basta con traer las formas rituales "extranjeras" tal cual. Necesitan una actualización. No obstante, esta actualización no puede ser una improvisación o una invención, sino que debe tener sus raíces en una profunda comprensión y experiencia de las formas tradicionales.La experiencia fundamental del Conocimiento Ultimo es una y universal, más allá del tiempo y del espacio. Lo que han hecho los grandes guías como Buda, Lao-tsé, Jesucristo, Mahoma y otros avatares no ha sido ni más ni menos que actualizar (volver actual) o encarnar en un tiempo y en un espacio concreto esta verdad universal.

La eficacia y la profundidad de la actualización dependen pues de la profundidad de la experiencia del actualizador y de su creatividad. Esto está muy lejos de la pura imitación, de las improvisaciones desenraizadas y de la búsqueda de clientela.

Ed Sobre las experiencias que deparan estas sustancias se ha advertido su fuerte capacidad para el deslumbramiento y, por eso mismo en tanto contrapartida, su fuerte capacidad desequilibrante a nivel psicológico. ¿Desde tu punto de vista cuales serían las problemáticas más importantes asociadas a tales experiencias?

D.V La personalidad, la estructura psicológica, está básicamente constituida por mecanismos de defensa. Estos mecanismos aseguran la continuidad psicológica del sujeto, del individuo, es decir, de la autoconciencia o de la imagen de sí. Estos mecanismos son necesarios, aunque una excesiva defensividad aísla al individuo del mundo y lo recluye en la prisión de un yo acorazado. Estos mecanismos no sólo nos defienden de las amenazas exteriores sino que, sobre todo, nos defiende de nuestras propias pulsiones o de contenidos que se haya en nuestro propio inconsciente. Por lo tanto, nuestros propios mecanismos de defensa son los que nos impiden acceder, por ejemplo, a la memoria de un trauma pasado y al hacerlo, nos impiden también tomar conciencia de él y sanarlo. Gran parte del trabajo en psicoterapia consiste en vencer o burlar los mecanismos de defensa del paciente para poder llevarlo hasta la raíz oculta de su problemática. Este es un trabajo muy delicado. Los mecanismos de defensa no pueden ser dinamitados sin más. Necesitan ser desmontados poco a poco o sustituidos por otros más amplios y flexibles. Los enteógenos pueden hacer saltar por los aires los mecanismos de defensa sin que el sujeto esté psicológicamente preparado para afrontar la experiencia.

Por otra parte, la ausencia de referencias conocidas durante los EEC puede llevar al explorador a estados de angustia, de ansiedad, de desmembramiento, parecidos a brotes de esquizofrenia o de psicosis temporales. Personas con semillas ocultas de esquizofrenia o de psicosis pueden vivir estos estados de forma especialmente trágica y su psicosis latente puede emerger con fuerza, incluso uno vez que los efectos de la sustancia han pasado. Por ello, toda la prudencia es poca. Toda exploración debe contar con las garantías necesarias, el acompañamiento apropiado y el momento oportuno.

Ed Se habla del buen y del mal viaje... Huxley reivindicaba la integración creativa de los supuestos malos viajes a la vez que cuestionaba tales categorías. ¿Cual es tu opinión al respecto?

D.V No hay un solo tipo ni un solo grupo de causas de los llamados malos viajes. A la hora de emprender una exploración hay que tener en cuenta al menos tres factores: En primer lugar, la calidad y la pureza de la sustancia a ingerir, así como la dosis más adecuada para el momento. Algunos malos viajes son provocados por la mala calidad de la sustancia, porque está deteriorada o ha sido adulterada. También puede ser porque la dosis ha sido excesiva, más potente que la que el explorador podía integrar en ese momento. En este punto, cada uno debe hacerse responsable de sí mismo, no sobrepasar el límite natural que le marca el momento y procurar asegurar la calidad de la sustancia.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta el contexto marcado por las circunstancias. Cada exploración requiere un entorno adecuado, seguro, confortable, un tiempo sin agobios y una compañía propicia. Algunos malos viajes vienen dado por un contexto inapropiado o por una compañía desafortunada.

En estos dos aspectos citados, creo que debemos hacer todo lo posible para asegurarnos un "buen viaje".Sin embargo, existe un tercer factor que es fundamental. A saber, el estado interno del explorador, su predisposición, su estado emocional y psicológico, su motivación, su valentía, su entereza psicológica, etc.… Especialmente la motivación, el propósito con el que se inicia la exploración, es determinante. El propósito actúa como una flecha que arrastra la conciencia y la experiencia hacia el blanco fijado, evitando la dispersión y el ganduleo por la psiques. El propósito es una intención que protege la integridad en medio del caos. No obstante, aunque estos tres factores hayan sido reunidos, puede surgir un "mal viaje". Pero en este caso, este mal viaje estará provocado sobre todo por la confrontación con nuestras zonas oscuras, la sombra. Este pasaje es inevitable y todo explorador debe atravesar una y otra vez su propia sombra, hasta integrarla y reconciliarse con ella. Digamos que hay malos viajes evitables y otros que son inevitables. A veces estos últimos no tienen porqué ser considerados malos viajes, aunque se pase mal, sino verdaderas iniciaciones a lado oscuro de la conciencia.

Ed Se habla de la capacidad de los enteógenos para suscitar estados parapsicóticos, estados disociativos, estados expandidos de conciencia, intuiciones de estados espirituales, el llamado estado de conciencia testigo… ¿A que nos estamos refiriendo con esto?¿Qué irrumpe de la mano de los efectos de los enteógenos?

D.V No creo que los enteógenos tengan especialmente la capacidad de hacer emerger la conciencia testigo. Los enteógenos con psiquedélicos, es decir, catalizadores de la psique. Los enteógenos no aportan nada que la psique no tenga ya. Lo que hacen es catalizar las capacidades o las actitudes propias de cada mente. Por ejemplo, una persona que nunca haya practicado ni experimentado la conciencia testigo difícilmente la experimentará con los enteógenos. Estos son potenciadores, repito, de lo que cada uno lleva. Si alguien ha desarrollado la mirada interna, a través de la meditación o de cualquier otra práctica, los enteógenos potenciarán esta mirada interna. Si alguien entra en una experiencia enteogénica con una mente dispersa y confusa, los enteógenos aumentaran esta dispersión y confusión. Por ello, el propósito y la actitud interior son determinantes a la hora de entrar en los EEC.

Uno no se vuelve más consciente por el simple hecho de tomar estas sustancias mágicas. Es cierto que uno accede a una cantidad de información mucho mayor que en los estados ordinarios de conciencia. Pero el asunto no es la cantidad de información de la que se dispone, sino qué uso se hace de ella, cómo se integra, cómo se articula. Es en este punto en el que la preparación psicológica y espiritual previa a la experiencia, y la posterior integración juegan un papel determinante.

Ed De acuerdo a lo dicho, ¿cómo valorarías las imágenes internas que suelen brindar tales experiencias?

D.V Los EEC son muy parecidos a los estados oníricos y sus contenidos muy similares a los de los sueños. Según las enseñanzas budistas, los contenidos oníricos pueden ser de tres tipos: en primer lugar, los relacionados con las experiencias ordinarias recientes, con lo que hemos hecho en el día de hoy, o ayer o el año pasado, es decir, proceden de la actividad del yo consciente. Estos son los más superficiales y los menos interesantes; en segundo lugar, los que proceden del inconsciente profundo –ya sea individual, colectivo o cósmico-. Por ejemplo, los enteógenos usados en el marco de un proceso psicoterapéutico permiten acceder a traumas relacionados con nuestra biografía personal que permanecen ocultos a la conciencia ordinaria. Más allá de la propia biografía personal, es posible acceder a contenidos del inconsciente colectivo e incluso universal. Aquí podemos entrar en contacto con una gran cantidad de información. Podemos visitar los reinos animales, vegetales y minerales, los reinos del submundo de los que habla la tradición chamánica universal. Podemos conectar incluso con informaciones contenidas en el ADN. También es posible entrar en contacto con los reinos sutiles, el supramundo o los estados celestiales. Los diseños de muchos de los templos y edificaciones sagradas, de cualquier tradición, por ejemplo, las pirámides de Meso y Sudamérica, son visiones obtenidas por los hombres y las mujeres de conocimiento en sus vuelos espirituales, en gran parte inducidos por enteógenos.Muchas de las imágenes que aparecen en los EEC proceden de este nivel. Las imágenes visuales son las formas a través de las cuales nuestro cerebro representa estas informaciones que, en su propia naturaleza, no son necesariamente visuales.

Por último, ciertas imágenes proceden directamente de la fuente espiritual, del verdadero ser esencial. Estas son imágenes muy cargadas de significado que pueden transformar completamente la vida del que las experimenta. Podríamos hablar de ellas como de auténticas iluminaciones.

Ed Otra de las cosas que maravilla de tales experiencias es ese mirar regenerado en el que todo parece vivo. ¿Cual sería la relevancia y el sentido de esa mirada?

D.V Hay que decir que no todos los enteógenos ni todas las experiencias enteogénicas conducen necesariamente a esta experiencia de "unidad con el latido de la vida en todo". A veces, es la muerte y la sombra, o el submundo lo que aparece. Los hongos psilocíbicos, la ayahuasca, el mismo LSD, o el MDMA pueden inducir esta experiencia de conexión con la vibración esencial de la vida. Cuando esto sucede, salimos de nuestra burbuja racional y sentimos cómo vibran cada una de nuestras células al unísono con cada una de las células y de las partículas elementales del cosmos. Suele ser una experiencia expansiva, liberadora, muy gozosa. Una inmersión en la confianza básica en la vida, en la bondad fundamental que sostiene el cosmos, en la belleza que lo impregna todo. Una mirada así tiene necesariamente profundas repercusiones en la estructura de la personalidad, habitualmente cerrada sobre sí misma, haciéndola más flexible, más abierta, más confiada y bondadosa. No obstante, como dice el dicho: "Después del éxtasis, la colada". Después de un EEC de este tipo queda todavía trabajo por hacer en el aquí y ahora, en nuestra vida cotidiana. Suele suceder que después de una gran expansión viene una gran contracción. Después del éxtasis, tenemos que volver a aterrizar sobre el duro suelo de la vida cotidiana. Pero, si la experiencia es adecuadamente integrada, su repercusión continúa a lo largo del tiempo porque aquello que ha sido abierto, aunque eventualmente se cierre de nuevo, no vuelve al punto inicial.

Ed Se ha afirmado que una de las potencias más importantes que brindan estas experiencias es su capacidad para la conciliación de contrarios (interior-exterior, cuerpo-mente) a través de la modificación o expansión de conciencia. Tal capacidad para la integración de contrarios, ¿qué relación tiene con el desarrollo de la conciencia?

D.V Digamos que la naturaleza básica de la realidad es no-dualista. La visión dualista es fruto de un condicionamiento cognitivo característico de ciertas formas culturales, como la nuestra. Lo que los enteógenos propician -aunque no necesariamente sucede esto en todos los casos-, es un descondicionamiento de nuestra percepción limitada. Podríamos comparar en este sentido el efecto de los enteógenos con la acción del sol sobre la bruma. Cuando hay bruma, la visión es muy limitada. No sabemos realmente qué hay más allá de un metro, sólo podemos tener una visión de corto alcance. Cuando sale el sol, la bruma se disipa. Entonces aparecen las montañas y los ríos que siempre han estado ahí. No es el sol el que "crea" las montañas y los ríos. Lo que hacen los rayos solares es disipar los obstáculos que nos impedían ver que las montañas y los ríos siempre han estado ahí. De la misma forma, los enteógenos no reconcilian los opuestos. Lo que hacen es disolver la percepción condicionada que nos impedía ver que la realidad es no-dos. Y esta experiencia de la unidad fundamental tiene una estrecha relación con el desarrollo de la conciencia porque una conciencia atrapada en la dualidad es necesariamente una conciencia limitada, restringida, opacada e inexacta. La conciencia dualista es como ese sol que vemos desde dentro de una espesa capa de bruma. Un sol limitado. Ahora bien, cuando la bruma desaparece, nos damos cuenta de que el sol irradia por todas partes y su luz penetra hasta el más recóndito rincón de la realidad.

Ed La música se está convirtiendo en uno de los referentes privilegiados a la hora de servir un encuadre a estas experiencias. Pienso en los ícaros (1) del daimismo o en las catarsis y estados emocionales que intentan inducir ciertas músicas del alma. También me viene a la cabeza la llamada música espejo que proporcionando un suelo no interfiere en demasía la experiencia de cada cual. Por otro lado las tradiciones chamánicas junto a estas músicas del alma han sabido atender al valor del silencio (2). La importancia que se está dando a la música como contexto natural de toma suscita diversos debates. Hay quienes destacan el emerger del propio psiquismo en un silencio ritualizado. Otros en cambio apuntan la necesidad de un contexto musical que arrope más al psiconauta a través de esas músicas espejo. Finalmente también hay quien, en una línea más de musicoterapia, destaca la necesidad de recrear a través de la música determinados estados emocionales que profundicen en la evolución del alma. ¿Cuál es tu postura sobre todos estos debates?

D.V Depende de lo que se quiera obtener de la experiencia, es decir, depende del propósito. Creo que todas las opciones que has citado son aceptables y válidas. El psiconáuta que propone y dirige la sesión debe tener claro en qué franja de la conciencia quiere trabajar y exponerlo así a los participantes. Si el trabajo va a ser de exploración emocional, una música apropiada ayuda enormemente a evocar emociones ocultas o reprimidas. Si el trabajo va a ser más meditativo o contemplativo, la música apropiada puede ayudar también, aunque esta debería ser alternada con grandes espacios de silencio. Hay músicas que favorecen la desestructuración necesaria del discurso racional. Otras apoyan estados de contemplación. Otras intervienen en la re-estructuración final también imprescindible… Depende lo que se quiera. Personalmente, dado que mi área de trabajo no es la psicoterapia, prefiero una alternancia de músicas que ayudan a emprender el vuelo y conducen la conciencia a un estado contemplativo, con grandes espacios de silencio en los que sea posible conectar con la "música de las esferas", esa sinfonía inefable y vibracional que lo inunda todo. No obstante, no todo el mundo puede permanecer en largos espacios de silencio sin extraviarse en los vericuetos de las creaciones mentales y sin perder el estado de Presencia continuo, es decir, de alerta y despertar. Por ello, los chamanes utilizan a veces instrumentos musicales simples pero de una gran calidad e intensidad vibratoria, como maracas, sonajas, cuerdas, pitos, flautas, tambor, etc. A través del uso adecuado de estos instrumentos, el conductor de la sesión trae continuamente la mente de los participantes a la experiencia inmediata, al aquí y ahora, evitando que la conciencia sea absorbida por la imaginería subjetiva. Un uso consciente de música "encapsulada" y reproducida por un lector de cd, por ejemplo, puede tener el mismo efecto.

Ed Algo que llama la atención de los investigadores es la capacidad de estas sustancias a la hora de cuestionar nuestra identidad y nuestra identificación con todo ese flujo de emociones y pensamientos que consideramos como propios. Como maestro zen, ¿quiénes somos realmente más allá de toda esa actividad racional y emocional?

D.V Más allá de esa incesante actividad mental, sensorial, emocional somos un perfecto vacío luminoso, inmutable, atemporal e incondicionado. En esencia somos un no-ser. Como dice el Tao Te King: "La fuente del ser es el no-ser". La experiencia del "no-ser" es un agujero blanco en el tiempo y en el espacio en el que se disuelven todas nuestras identificaciones limitadas. "Ni esto ni aquello" como se dice en el Vedanta Advaita. A veces, la intensidad y la cantidad de estados tan diversos, contradictorios y caóticos que se experimentan en ciertos EEC nos obligan a soltar nuestras identificaciones y seguridades habituales y a fluir en una corriente caleidoscópica imposible de controlar o de dirigir. Para las mentes no preparadas, esta imposibilidad de aferrarse a nada puede provocar estados de angustia, de paranoia, de miedo a la locura; puede desencadenar reacciones de control neurótico… y conducir directamente al infierno, al mal viaje. Es como cuando una ola gigantesca te coge y te lleva, revolviéndote en todas las direcciones. Sin embargo, cuando el explorador puede soltar sus amarras y dejarse llevar en la confianza básica, este aluvión de visiones, sensaciones, percepciones, emociones etc. se convierte en una ayuda al soltar todas las identificaciones y a acceder a la conciencia testigo. La conciencia testigo es como un espejo que no rechaza ni se aferra a nada. La naturaleza del espejo es precisamente un vacío omniabarcante y omnireflectante, un no-ser desde el que brota con inmenso poder creador la multiplicidad del ser y de los fenómenos.

Ed ¿Pueden constituir tales experiencias una vía interior de por si o exigen más bien la integración y el encaje de las mismas en una serie de prácticas concretas tales como la meditación?

D.V Los EEC nunca han sido, en ninguna tradición, una vía en sí misma, sino un aspecto, un factor importante, un catalizador dentro de un camino iniciático mucho más complejo. Recordemos, por ejemplo, el caso de Carlos Castaneda y Don Juan. El camino de conocimiento o de despertar espiritual incluye necesariamente otras prácticas previas a las experiencias puntuales de EEC y también prácticas posteriores que permiten la integración de esos estados. La meditación, por poner un ejemplo, es una vía de realización completa en sí misma, pero que puede ser reforzada puntualmente, bien por un proceso psicoterapéutico, bien por experiencias concretas de EEC inducidos por los enteógenos, aunque no necesariamente. La meditación aporta una disciplina mental, corporal, emocional y espiritual que es de gran ayuda en los EEC y, al mismo tiempo, es una excelente herramienta de integración posterior de estos estados. Desde mi punto de vista, es un error grave considerar los EEC inducidos por los enteógenos como un camino en sí mismo.

Ed Si no me equivoco indicas la idoneidad de las técnicas de meditación a la hora de encarar la propia experiencia con visionarios o enteógenos. ¿En qué medida esto es así? ¿Cómo y por qué orientan la experiencia las técnicas meditativas?

D.V Una experiencia larga en la práctica de la meditación no orienta necesariamente las experiencias visionarias. La orientación de las experiencias visionarias viene dada por el propósito, por la sustancia, por el conductor, por el grupo, etc. La experiencia en meditación afecta sobre todo a la actitud interior , es decir, a la forma como el psiconauta se relaciona con los contenidos, a su reactividad a estos contenidos, a su capacidad de integrarlos. En pocas palabras, lo que la meditación desarrolla es la Conciencia Testigo, es decir, la capacidad de permanecer consciente de lo que se está experimentando sin reaccionar compulsivamente ante ello. La Conciencia Testigo aporta objetividad, des-identificación, ecuanimidad, claridad, libertad con respecto a los contenidos. Esta capacidad de auto-objetivar los contenidos de la propia experiencia se encuentra en la base tanto de la sanación emocional como del despertar espiritual. Uno de los problemas con el uso de enteógenos es que la conciencia de las personas no experimentadas puede ser fácilmente aturdida por la enorme riqueza, por la cantidad ingente de información que de pronto aflora a la conciencia. El oleaje puede ser percibido como una catástrofe inminente. En medio de este maremoto, la conciencia puede convertirse en un trozo de corcho azotado por fuerzas sobrehumanas. En estos casos, la conciencia desconecta y se sumerge en la inconsciencia. El psiconauta cae en un ensueño profundo y, por lo tanto, se vuelve incapaz de sacar provecho de la experiencia. En este caso, la sustancia actúa como un narcótico. Y, si bien es cierto que este estado de narcosis es lo que buscan algunas personas que recurren a los enteógenos, esta situación no tiene nada que ver con el uso de los entéogenos como aliados del Despertar espiritual y de la sanación emocional. Para que una experiencia sea enriquecedora y significativa es fundamental permanecer con los ojos del Espíritu perfectamente abiertos.

Ed Stanislav Grof utilizó los enteogenos en la Checoslovaquía de los setenta con enfermos terminales con unos resultados sorprendentes. Estas sustancias se revelaron tremendamente eficaces a la hora de ayudar a encarar la muerte de una manera más serena. Muchos terapeutas han reivindicado su uso a la hora de abordar determinados miedos y en especial el miedo a la muerte. ¿Cual es tu perspectiva sobre este asunto?

D.V Mi experiencia y mis investigaciones teóricas de los últimos años me han hecho comprobar que ciertos enteógenos facilitan la experimentación consciente del miedo rey de todos los miedos que es el miedo a la muerte, el miedo a la propia disolución. En un sentido amplio, podríamos decir que todos los EEC son de alguna forma experiencias de "muerte", puesto que nos obligan a ir más allá de la identificación ordinaria con un yo limitado.Hay ciertas sustancias que pueden acercar al explorador al proceso mismo de muerte biológica y psicológica. No olvidemos que una de las traducciones del término "ayahuasca" es precisamente "la liana de los muertos". En todas las culturas tradicionales, el rito de iniciación a la adultez es una experiencia de muerte-renacimiento. Actualmente, un neuropsiquiatra neozelandés, afincado en Londres, de nombre Carls Jansen, ha puesto a punto una terapia de muerte-renacimiento en la que usa la ketamina. Esta terapia va dirigida en principios a curar drogadicciones y, en particular, el alcoholismo. Es una terapia legal que se sigue en un hospital público, subvencionada por el Estado. En mi experiencia, la ketamina administrada en circunstancias apropiadas, dentro de un contexto de significados adecuado, es la sustancia que más nos acerca a la experiencia física, psicológica y espiritual de la muerte. El Dr. Jansen ha puesto en evidencia que las fases del viaje con ketamina son muy similares a las fases de las experiencias cercanas a la muerte (ECM), que en los últimos años han sido tan estudiadas en Occidente. Sincrónicamente, estas fases son también muy similares a las descritas por los libros tradicionales sobre el buen morir, como el Libro Tibetano de los Muertos, por ejemplo. Al mismo tiempo, estas fases coinciden en un grado muy alto con los estados superiores de conciencia generados por la meditación budista.

En los últimos años se está dando en España, y en Occidente en general, un movimiento ciudadano que trata de recuperar la experiencia de la muerte como una de las más importantes y significativas del ciclo vital del ser humano. En este sentido, siento que una práctica de preparación a la muerte apoyada en sustancias tales como la ketamina o la ayahuasca pueden hacer una contribución considerable a nuestra manera de entender y de abordar la muerte y, por lo tanto, la vida.

Entrevista realizada por José Carlos Aguirre y que será publicada próximamente en un obra monográfica dedicada al uso y al abuso de los enteógenos.

Notas.

(1) Reciben el nombre de Icaros las invocaciones que en forma de canciones, salmodias o himnos se suelen cantar en las ceremonias que contextualizan el uso de visionarios o enteógenos. Por regla general tales invocaciones manejan pautas arquetípicas de evolución del alma.

(2) Si bien es cierto que el silencio caracteriza los usos más iniciáticos de los enteógenos en las culturas tradicionales no es menos cierto que las tomas más comunitarias, y en esa medida con gente menos experta, se afianzan en músicas, salmodias, cánticos y recitaciones diversas.

Limite ou non limite?

L'approche bouddhiste propose la fréquentation du temps éternel. Rencontre avec un maître zen qui connaît la psychothérapie et qui parle de transfert et de limite dans ce lieu délicat où cette dernière vient fréquenter l'illimité.

Réel : Pourquoi parlez-vous de tension entre nature conditionnelle et nature inconditionnelle ?

DOKUSHÔ SENSEI : Cette tension est historique et pas seulement chez les bouddhistes. Comment vivre l'illimité dans les limites et comment clarifier les limites à la lumière de l'illimité que nous sommes ? Nous, les êtres humains, nous nous trouvons dans un croisement dû à notre nature qui est au-delà du temps, au-delà de l'espace, au-delà des circonstances et des conditionnements personnels et historiques. En même temps, nous sommes des êtres qui naissons dans l'histoire, dans un espace, dans une culture et dans une famille. Nous sommes donc soumis à des conditionnements qui, parfois, nous empêchent d'entrer en contact avec ce qu'il y a de plus inconditionnel en chacun de nous, ce que l'on appelle dans le bouddhisme notre "nature du bouddha".

Réel : Dans l'approche bouddhiste, cette perte de l'origine est réputée "non coupable", non issue du péché.

D.S. : Elle est non coupable. En fait, la culpabilité est le symptôme de la perte de l'innocence originelle. Dès que l'on a une expérience de "recontact" avec l'origine, la culpabilité disparaît automatiquement et l'innocence et la pureté originelle apparaissent. Nous croyons avoir perdu l'origine, c'est une illusion cognitive qui prend forme dans une structure émotionnelle psychologique et corporelle qui devient très concrète, mais ce n'est en fait qu'une illusion. Cela ne veut pas dire qu'elle n'existe pas ; la perte existe, mais ce n'est qu'une illusion. L'on n'abandonne pas l'origine, l'on n'est jamais coupé de la voie quoi que l'on fasse, où que l'on soit, mais on crée l'illusion de se voir écarté et l'on perd la mémoire du "soi" originel.

Réel : La révolution industrielle nous a-t-elle névrosés ? Nous a-t-elle éloignés de nous ?

D.S. : La révolution industrielle a sans doute coupé la société de la nature en créant de grandes villes, de grands centres de production et cela était déjà une coupure du rythme naturel, du rythme du jour et de la nuit et des saisons. Elle a également déchiré le tissu familial. Traditionnellement, les gens travaillaient là où ils habitaient avec leur famille, mais la révolution industrielle a fait que les pères sont partis travailler très loin, en dehors du contexte familial. Souvent, les mères sont parties également pour chercher du travail et les enfants sont restés sans contact avec les parents. Petit à petit, cela s'est développé de plus en plus et aujourd'hui on peut dire que la société technologique dans laquelle nous vivons est vraiment une grande usine, à échelle industrielle, de névrosés et de malades mentaux.

Réel : Le bouddhisme est très ancien. Comment peut-il évoluer par rapport au monde d'aujourd'hui ?

D.S. : Le bouddhisme a environ 2500 ans. Son instruction formelle est peut-être dépassée, mais le véritable chemin reste toujours valable. Nous, les maîtres, qui sommes responsables de la tradition bouddhiste, sommes entrain de chercher à amener une vérité intemporelle dans notre temps au contexte historique si particulier.

Réel : Peut-on dire, aujourd'hui, que l'approche psychothérapeutique fait partie du chemin bouddhiste ?

D.S. : Cela dépend de la psychothérapie pratiquée. Si elle est un moyen de guérir la souffrance émotionnelle et psychologique, elle fait complètement partie du bouddhisme. La psychologie occidentale et la psychothérapie sont des applications spécifiques de la vérité enseignée par le bouddhisme, avec des méthodologies spécifiques et adaptées aux structures émotionnelles et mentales des êtres humains que nous sommes. Il faut une psychothérapie "à toit ouvert", qui donne la possibilité au patient de se connecter avec sa nature spirituelle et avec son besoin de transcendance. Dans la liste des besoins faite par Abraham Maslow, un des pères de la psychologie humaniste, il y avait le besoin de transcendance de soi. Une fois que la réalisation de soi en tant qu'être humain est faite, il y a un besoin beaucoup plus profond, qui est de se transcender soi-même, c'est-à-dire d'entrer en contact avec sa nature inconditionnelle.

Réel : Que pensez-vous de la notion de transfert ?

D.S. : Chaque maître bouddhiste est différent. Il y a aussi une différence entre les maîtres orientaux et occidentaux qui ont des sensibilités différentes. Dans mon cas, je me suis intéressé à la psychothérapie depuis de nombreuses années et j'ai même suivi un processus personnel. Il y a des concepts, comme celui de transfert et de contre-transfert, que j'ai incorporé dans ma façon de faire et dont je tiens compte. Si l'on ne sait pas gérer cela, il y a beaucoup de problèmes qui apparaissent dans la relation entre le maître et le disciple.

Réel : Le Dharma, la démarche bouddhiste, cela construit ou cela déconstruit ?

D.S. : Il y a plusieurs aspects. Il y a une construction d'une structure de vertus, d'une structure plus saine, plus large, plus souple, plus apte pour le bonheur. Le drame de la névrose, c'est l'excessive rigidité qui empêche la pulsion fondamentale de la vie de s'adapter aux circonstances toujours changeantes de la réalité. Une structure plus saine permet de vivre beaucoup mieux en tant qu'être humain. Dans le Dharma, nous trouvons d'abord une phase de déconstruction de ces structures névrosées, pour ensuite construire une représentation du "moi" beaucoup plus réelle. Le problème réside dans le représentation mentale que l'on se fait de soi-même. Le Dharma a donc les deux aspects, de déconstruction et de construction. On ne peut pas construire quelque chose de bien sur un vieux inmeuble. Il faut d'abord enlever ce qu'il y a en trop pour pouvoir rebâtir une structure beaucoup plus saine.

Réel : Il y a des êtres fragiles qui ne peuvent pas supporter une déconstruction.

D.S. : C'est pour cela qu'il n'est pas conseillé - de mon point de vue - que des personnes qui sont dans des états "limites" ou qui sont psychotiques aient une pratique très poussée du bouddhisme, de la méditation, des sadhanas ou des retraites. Il est préférable de travailler d'abord avec des techniques de reconstruction de la personnalité. C'est seulement dans la mesure où la personnalité est bien établie que l'on peut passer à l'étape de transcendance de la structure psychologique. On peut prendre l'exemple d'un avion qui doit être très bien assemblé et où chaque pièce doit être exactement à sa place. Alors l'avion pourra monter très haut et supporter de grosses pressions sans exploser. Si une pièce de l'avion n'est pas bien emboîtée, il souffre à la première pression et tout se déchire.

Réel : Par le passé, vous avez été anarchiste. Vous avez goûté au haschisch et au LSD. Le Zen
vous a-t-il donné un cadre ou vous a-t-il apporté plus qu'un cadre ?

D.S. : Il m'a apporté beaucoup plus qu'un cadre. Le Zen est déconstructeur des mauvaises illusions. Il m'a remis en contact avec mon "moi" profond et il s'est passé un changement très profond chez moi. Je n'ai pas complètement renié mes idées et ma sensibilité passée. Je travaille toujours pour une société beaucoup plus humaine. Je pense que le sage s'approprie les substances traditionnelles qu'ont utilisées les cultures anciennes et que cela peut servir pour le développement de la conscience humaine. Maintenant, tout cela je le vis d'une façon beaucoup plus harmonieuse et heureuse.

Réel : L'ego peut-il prendre au piège le Dharma ?

D.S. : Tout à fait. L'ego peut se servir du Dharma pour affermir ses propres défenses. L'ego est un ensemble de mécanismes de défenses. Le Dharma peut aussi se servir de l'ego et cela c'est beaucoup mieux. L'ego devient le véhicule d'une vérité beaucoup plus profonde. Le danger, c'est lorsque l'ego devient un super-ego. C'est alors très dangereux pour une communauté religieuse, bouddhiste ou non. En Europe, c'est un piège dont les maîtres doivent tenir compte.

Réel : Comment peut-on être maître zen et en même temps un homme de cœur ?

D.S. : Ce n'est pas du tout incompatible. On a parfois une image artificielle de ce qu'est le Zen. Au Japon, le Zen a une certaine rigidité. Je fais partie de la première génération d'européens qui a reçu la transmission du Dharma d'un Maître japonais. Mais je suis du Sud de l'Espagne et donc quelqu'un qui a le sang chaud, très habitué à vivre à partir du cœur. Alors, il se fait un mélange entre l'efficacité et la sobriété, entre la profondeur du Zen et le cœur chaleureux. Cela est tout à fait possible. J'espère que dans l'avenir, en Europe, le Zen aura beaucoup de cœur et de chaleur.

Propos recueillis par Georges Didier

Dokushô Villalba Sensei est maître zen et fondateur de la Communauté Bouddhiste Soto Zen en Espagne. Ecrivain, il a notamment publié en français Enseignement d'un Maître Zen (Editions du Rocher, 2006).

Entrevista publicada en Réel. Le journal qui prend la parole. 24 pages tous les mois pour tout connaître de l'actualité en psychothérapie (annuaire national des psychothérapeutes) mais aussi des liens avec l'écologie, le politique, la psychanalyse. http://www.journalreel.info/

Cantos rodados.




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El paso de las cuatro estaciones
se refleja
en este espejo imperturbable.

* * *

Ido,
vengo y voy,
perplejo.

* * *

La tierra natal está lejos,
¡qué amargo es el grito
de la soleá!

* * *

Regreso a casa.
La máquina de hierro
avanza frenéticamente
devorando árboles y montañas.

* * *

Silva enfurecida a la noche
la máquina de hierro
devorando la separación.

* * *

El mundo gira
alrededor de una mosca
inmóvil.

* * *

Por este sendero
transitan pocos caminantes,
pero la luna sonríe.

* * *

Diez mil seres nacen
de la misma fuente vacía
que los recoge consumidos.

* * *

En el vientre de la oscuridad,
¡una lámpara de aceite!

* * *

Después de la muerte,
¿qué significa el dolor
de diez mil generaciones?

* * *

Este viento del anochecer
me trae voces antiguas,
sufrimientos milenarios de seres ya idos
y entre ellas
la nítida voz del silencio
como una perla
iluminando los océanos.

* * *

El polvo milenario
se acumula en los hombros del viajero.
Por eso sus pasos parecen,
a veces, cansados.

* * *

Naúgrafo herido quedé
con el cuerpo quebrado
entre rocas
sin tí.

* * *

Se va el tren.
Ojos de mujer
en lágrimas.

* * *

Tus dedos tejieron
red de estrellas y luna
en mi cuerpo.

* * *

El joven halcón
despliega sus alas firmes
y asciende sereno
al vacío del cielo.

* * *

Amaina el viento a mediodía
justo bajo el sol
hasta posar sus alas
en armonía de olas ténues.

* * *

Pobres, sin nada,
mis viejas sandalias
olvidadas.

* * *

Las alas del tiempo
se han extraviado en el laberinto
huidizo de la memoria.

* * *

Ella duerme.
Camino con pasos delicados
por la alcoba.

* * *

Del silencio brota tu voz
y a él vuelve
cansada.

* * *

¡Qué bella melodía
el silencio y tu voz!

* * *

Un mortal como yo
¿a qué puede aspirar en este mundo?
Se aleja la cigüeña.
Su vuelo se desvanece
en la inmensidad del cielo.

.


Dokushô Villalba

Haiku de invierno.




.

Ni una hoja.
Solo cenizas
y silencio.

* * *

La lluvia inunda el horizonte.
Vuelve el invierno.
El fuego debe ser encendido.

* * *

Intensa mañana
plateada
de viento frío.

* * *

El pino de montaña
bajo el sol de invierno
permanece sereno.

* * *

Los pómulos y el frío
son uno
este invierno.

* * *

Helado el río
se reflejan los sauces
en el agua muda.

* * *

Una nubecilla es
la cigüeña en el cielo.
¡Largo viaje!

* * *

Va la grulla
por el silencio del cielo
sin alas.

* * *

La grulla
y su reflejo en el lago
han desaparecido.

* * *

Suavemente
la hoja caída rompe
el espejo del lago.

* * *

Vuela la gaviota
el cielo violáceo y límpido
leves gemidos.

* * *

En el fondo del valle
apenas un murmullo:
el riachuelo.

* * *

El estruendo de los montes
ahoga
el susurro del valle.

* * *

Ajeno
a esta inmensidad
el arroyuelo.

* * *

Estrella de crepúsculo
suspendida en la brisa helada
que atraviesa mi cuerpo.

* * *

Ya viene herida
la luna menguante
y roja.

* * *

Sobre los cristales empañados
mis recuerdos son sombras chinescas
esta larga noche de invierno.

* * *

Campanadas nocturnas
bajo la pálida luna
duermen las conciencias.

* * *

En la noche azul
pájaros de fuego
cortan el viento helado.

* * *

Exhalada por la luna
brota blanca
la flor del silencio.

* * *

Olvidado por el mundo
desde este rincón del invierno
te echo de menos.


.


Dokushô Villalba

Haiku de otoño.




.

Impresionado por el bosque
amarillo ha llegado
el otoño.

* * *

Veloz ascenso,
gaviota.
Suave caída.

* * *

¿Un ratón en patio?
¡Una hoja empujada
por el viento!

* * *

Primeras lluvias de otoño.
Se inclina el junco,
mecido por el viento.

* * *

Lluvia de domingo
dulce
en la ciudad.

* * *

Lluvia de otoño.
Bajo las mantas,
cuerpos calientes.

* * *

Chimenas encendidas.
Huele a lluvia
esta tarde de otoño.

* * *

Otro día muere,
ola mansa,
en la playa de la noche.

* * *

Expuesto a la intemperie
el junco frágil
azotado por la lluvia y por el viento.

* * *

Solo en la llanura
con el viento baila
el eucaliptus.

* * *

La lluvia quiebra
en mil círculos
el espejo del lago.

* * *

Un perro ladra
lejos vive
un hombre solitario.

* * *

Terminada la tarea
el sol y los jornaleros
regresan a sus casas.

* * *

Se ha ido
porque nadie la mira
la luna.

* * *

Al anochecer
el mundo desaparece
de mi ventana.

* * *

La luna
sin los siete velos
es tal cual.

* * *

Crepúsculo de otoño.
Hojas y cielo
rojizos.

* * *

Las llamas amarillas
del otoño consumen
los últimos colores del verano.

* * *

Hojas en llamas
rojas y amarillas
esta tarde de otoño.

* * *

Entre las inflamadas hojas
el cuervo
impasible.

* * *

Se ha propagado
a través del bosque
el último incendio.

* * *

Aún en llamas,
últimas hojas
de otoño.

* * *

Sin golondrinas,
la casa vacía.
Otoño.

* * *

En silencio paladeo
la dulce amargura
de la soledad.

Arbol de otoño,
sólo quedan
tres hojas.

* * *

Soñó un mundo
al caer
la hoja.

.


Dokushô Villalba

Haikus de verano.




Una brizna de yerba en la tierra.
Una estrella en el cielo.

* * *

Cable de golondrinas
charlataneando
al alba.

* * *

En invierno: té caliente.
En verano: agua de la fuente.

* * *

La chicharra agujerea
el silencio de la montaña.
¡Sol ciego!

* * *

Las chicharras
ya están aquí
achicharrando el sol.

* * *

Ecos lejanos,
zumbidos de moscas
somnolencia...

* * *

Cielo, tierra, hombre,
árboles, viento,
lluvia.

* * *

A la sombra de un peral
me como un tomate
rojo con sal.

* * *

¡Corretea por mi barriga
la cabeza de una hormiga!

* * *

El sol aturde el cielo.
En el olivar silencioso,
el rebuzno de un burro.

* * *

Temprano han vuelto
los jornaleros a sus casas.
¡Lluvia de verano!

** *

Este amor de verano
¿resistirá las crudas
nieves de la separación?

* * *

Los pájaros perforan
el silencio del bosque.
El riachuelo se va.

* * *

Hay verdes,
amarillos y rojos
rompiendo las retinas.

* * *

Miran para allá
y no para acá.
¡Los girasoles!

* * *

Golondrinas en fiesta,
girasoles florecidos
de amarillo.

* * *

Se vá, se vá el día.
los girasoles esperan
con humildad la noche.

* * *

¡Disparos!
Perdiz,
¡huye de la muerte!

* * *

Este atardecer,
¿sobre qué lienzo
ha sido pintado?

* * * .

Colgado de una hamaca
espera la luna
sin inquietud.

* * *

Frío atardecer,
¡qué cálidos los nidos
de golondrinas!

* * *

El sol se oculta
meciéndose en mi hamaca
sale la luna.

* * *

Vibra la noche
caliente y azulada
¡ah, los mosquitos!

* * *

Esta luna viuda
ha parido estrellas
por los cielos.

* * *

Algo pequeño como tú
me ha hecho temblar
bajo las estrellas.

* * *

Bosque de luciérnagas.
Un hombre y una mujer:
¡vieja historia de amor!

* * *

Techo de hojas,
lecho de hojas.
¡Noche en el bosque!

* * *

Blancas olas exhaustas
de mar
en el silencio inmóvil.

* * *

Noche de pino y luna.
Sin amor ni odio,
el vuelo de buho.

* * *

Jardín nocturno.
Agua íntima
y secreta.

.


Dokushô Villalba